viernes, 23 de septiembre de 2011

Películas para cazar hippies


La ves llegar, entran al bar ella, su morral, todos los colores de su pollera y ¿sus seis rastas?. Sí, tiene 6 y hay dos en especial que parece que están por atacarte, pero eso no te detiene y ya estás armando el plan de batalla. La viste alguna vez en algún pasillo pero, qué bien que le quedan esas sandalias y esos biscochitos.

–OK, ¿qué sé sobre los hippies? No les gusta bañarse (le puedo hablar de la vez que estuve dos semanas sin bañarme y cómo olía, me acuerdo que tenía moscas volando por... no, eso definitivamente me lo voy a guardar), tienen el pelo largo (pero ella es mujer salame, obvio que tiene el pelo largo)... ¡música! ¡Les gusta la música! Entonces le puedo hablar de la vez que con el colegio fui a ver a la sinfónica nacional y cuántos eran y para qué se necesitan tantos instrumentos (sí, eso no creo que funcione). Les gusta el teatro, el marxismo (… )...¡Ya está! Les gusta la naturaleza, entonces le hablo de esas plantitas azules que tiene mi vieja ahí afuera en el balcón y de cómo las cuido, les doy de comer y las saco a pasear. No sé tanto del tema pero me parece que voy con esa...

A menos que...

Sacás tu teléfono inteligente y te metés en No pidas pan, "Películas para cazar hippies", buscando, por favor espere, le dije que espere... 12.000 resultados. Vas con la primera.

Hola Julia cursamos juntos sociedad y estado che viste Easy Rider?


Con más de 40 años, Easy Rider no deja de ser un clásico y la primera Road Movie de éxito masivo. Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper) son dos jóvenes que se embarcan en un viaje cruzando Estados Unidos en moto con el objetivo de asistir al carnaval Mardi Gras. En el camino se encuentran con personajes de lo más extraños y acaban siendo arrestados en un pueblito por desfilar sin permiso. Ahí conocen a un abogado borracho, George Hanson (Jack Nicholson), que los saca de la cárcel y decide unírseles. Dennis Hopper escribe, actúa y dirige este tatuaje de época, que pretende contagiarnos ese espíritu rebelde y llevarnos hasta nuestro límite. La fotografía de Laszlo Kovacs es impecable y nos muestra sin titubear y hasta en movimiento, un paisaje que merece ser descubierto y recorado. Aquí les dejamos, entonces, Easy Rider, una película para dejarlo todo y comprarse una moto.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Consejero de consejeros

Nuevo capítulo de la serie. Esta vez, el consejero concurre a su oficina a pedir apoyo sentimental.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

NPP en el recuerdo: Inglaterra y su pasión por el té


Nota publicada en julio de 2008

El té es la bebida inglesa por excelencia. Se calcula que, en Gran Bretaña, se consumen, en promedio, 28 saquitos de té por día por persona o, lo que es lo mismo, por saquito de té consumido hay un 1/28 de persona por día. Esta fue la equivalencia con la cual trató de convencernos un matemático, miembro de la especie adosa, a quien consultamos mientras investigábamos sobre este tema, pero todavía no logró convencernos; lo atamos a una silla y lo golpeamos durante 6 horas para que confesara la verdad de esta relación matemática. Incluso deshicimos, no sin violencia, su marcada raya al medio, pero el muy tozudo continuó intentando hacernos creer que decir una cosa o la otra era exactamente lo mismo. Evidentemente nos tomó para la chacota.

No podemos asegurar la veracidad de la equivalencia proporcionada por el obstinado matemático, pero sí podemos afirmar sin titubear que a los ingleses les gusta el té más que el arroz con pollo. Tal es así que son considerados internacionalmente los reyes de la innovación en la producción de té, y en cualquier casa de té inglesa podemos elegir entre una amplia gama de variedades: tés de frutas, tés de hierbas norteñas, tés de hierbas orientales, tés de Cooper, tés de embarazo (más conocido como eva-tés), tés de alcoholemia, tés tigos, tés timonios, tés oscura, tés tarudos, tés tosteronas, y té-cito muchos más, si tenés tiempo.

Otro dato que demuestra la importancia que tiene el té en el país de los ladrones de islas, es la reciente creación de la carrera de Diseño de saquitos de té, en la Universidad de Oxford, aunque todavía no se ha decidido si dicha carrera va a dictarse en la Facultad de Gastronomía o en la de Diseño de Textil. Para ingresar a esta carrera se recomienda cursar el secundario en una escuela té-cnica y, sin dudas, para recibirse de Diseñador de saquitos de té va a ser esencial la aprobación de la té-sis final.

Pero más allá de estos grandes avances, Inglaterra no es el único lugar del mundo en donde se consume té, sino que con el correr de los años, esta popular infusión se ha difundido por toda Europa y por el resto del mundo. Sin embargo, en algunos países parecen no haber comprendido cuál es la forma correcta de consumirlo. Tal es el caso de Holanda, donde sus habitantes, en algunos casos por instinto y en otros por ataques de abstinencia, han atinado a desarmar los saquitos y a armar grandes cigarrillos de té para luego fumárselos.

La situación en nuestro país, en cambio, es algo distinta. Si bien se consume té en cantidades considerables, el porteño de ley sigue prefiriendo un café con leche bien espeso con tres, cuatro, cinco y hasta doce medialunas y, si la situación lo amerita, disfruta hasta el éxtasis sumergiendo la medialuna en la taza hasta lograr que su contenido rebalse. Algunos, más afortunados que el resto, alcanzan un placer aún más profundo cuando la espuma del café tiñe sus frondosos bigotes de un color amarillento, el cual se mantiene durante toda la jornada.

Otros prefieren la combinación Nesquik-vainillas; algunos, más tradicionalistas, se fanatizan por la dupla mates-Don Satur; los más innovadores eligen Tang con vainillas (sumergidas). Otros más valientes prefieren la combinación Jugo de naranja exprimido con Nesquick caliente con un adicional de Torta, con efectos nocivos para el olfato del resto de los habitantes de sus casas.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La Rockola de Scott Pilgrim

Amigos!

Vacaciones pormedio, volvemos ante una llamada de nuestros hermanos autores del post de abajo, y les traemos nada más y nada menos que el gran OST de esa gran película que nos entregaron el viernes pasado.
No es casualidad que el soundtrack sea excelente: los temas de Sex Bob-Omb, la banda en la que Scott Pilgrim toca el bajo, fueron compuestos nada más y nada menos que por el señor Beck Hansen, Beck, e interpretados por él junto a los actores que forman la banda. El resto de los temas no se quedan atrás; muchos fueron compuestos especialmente para la ocasión por bandas que siempre es un placer descubrir, como The Bluetones o Plumtree. Otros, interpretados por viejas glorias como "To Ramona", escrito por Bob Dylan e interpretado por The Flying Burrito Brothers hace décadas. Y otros, y con esto terminamos, covers de viejos éxitos hechos por nuevas bandas, como la versión de "By Your Side" de Beachwood Sparks. Completísimo. Y genial.

Para empezar por algún lado, van estos tres temas:

By your side - Bleachwood Sparks
Scott Pilgrim - Plumtree

(Link de descarga del disco entero en comentarios)

viernes, 16 de septiembre de 2011

Mingo y Anibal contra los fantasmas de los ex

Es la tercera vez (cuarta, si contás la que la seguiste hasta su casa) que salís con esta chica. Las cosas van bien. Es principio de mes, así que todavía podés pagarle el bondi. Jugás tus cartas como te enseñó Johnny Bravo. Con jopo y todo. Pero llegás a esa letra ineludible: X.
Caés en la música. Claro, te gustan los Beatles como a todo el mundo, pero de repente:

–Ay, mi primer novio tocaba la batería con Def Leppard.

Cambiás de tema, hablemos de laburo:

–Qué bueno que trabajes de cajero del súper. En serio, conocés mucha gente… qué casualidad, mi último novio era hijo de Carlos Carrefour.

…facultad?

–Me encanta que no tengas vocación, es tan bohemio lo tuyo… No como cuando estuve con el aburrido de Juan; era abogado, médico, perito mercantil, oceanógrafo, chofer e inventor del edulcorante.

Qué se yo… ¿pinta al menos?

–Mirá, te lo digo por experiencia, no te creas lo que ves en la tele. Los abdominales de Chris (tian Sancho) eran puro photoshop. Tu uniceja es más real.

Martes 13, como todos los viernes, se enorgullece en presentar a “Scott Pilgrim vs. The world”. Scott, interpretado por el abundante Michael Cera, es un chico como vos, que conoce a una chica que no es como él, ni como vos, aunque tal vez sí se parezca un poco a mí. Mary Elizabeth Winstead (la hija de Willis en “Duro de matar 4.0” (por dios que mala película, ¿qué onda con el pibe que ayuda a McLane? Dan ganas de reventarle un testículo a adoquinazos, ¿no?), la porrista en “Deathproof”, etc.) interpreta a Ramona, una jovencita misteriosa, que anda siempre en rollers y se tiñe el pelo todas las semanas. Lo que empieza como una relación cualquiera de La Paternal (la peli es yanqui igual) se convierte en una trifulca al mejor estilo Merlo Western, cuando los ex de Ramona empiezan a atacar al nuevo galán de manera desmedida. Así como lo leen. Para poder formalizar con la chica, Scott tendrá que derrotar a los 7 malvados novios de Ramona quien, mientras los chicos se dan de lo lindo, se divierte comiendo pochoclos. Además de presentar una historia delirante, el director Edgar Wright combina de manera excelente los recursos inconfundibles de historietas y videojuegos que todos los nacidos entre 1985 y 1995, reconoceremos con una alegre nostalgia. Como si fuera poco, la banda sonora es definitivamente excelente. En fin, una película para todos aquellos que, sin poner la vida en juego (o sí), hayan combatido a los fantasmas de los ex novios. ¡Enjoy!

Trailer: http://www.youtube.com/watch?v=-JO6M5ifrIg

Un poco de la música de la película: http://www.youtube.com/watch?v=-jMruFHTwrY

Disponible en Cuevana: http://www.cuevana.tv/buscar/?q=scott+pilgrim&cat=titulo

martes, 13 de septiembre de 2011

No Pidas Pan Radio 17: El terrorista paradójico y la venganza de Julián


En este capítulo nos visita Al-Fasser la Cama, terrorista paradójico y vecino de Rafael Calzada, y nos cuenta todo sobre su polémica profesión. En el último bloque Danny Neverland nos habla sobre el estreno de la semana, la muy esperada Mission Impossible 5, y Julián Fenecetti nos revela su ambicioso plan para conquistar el mercado latinoamericano de lava-autos.





En la música:

Madeleine Peyroux - Once in a while
Juana Molina - Busca bien y no molestes
The Meters - People say


Bajalo acá.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Martes 13: nueva sección sobre cine

El cursor titila en la pantalla. 22:30. Ya es la hora en que los malditos tipitos verdes cambian de tono. Rojo, naranja, el inconfundible color de viernes a la noche. ¿Otra vez? Te negás a creerlo. Hacés un último intento. El Manotazo Storni:
Guillo, ¿salís?
Guillo está escribiendo un mensaje. El tiempo de respuesta se hace eterno… ¿aprovecho para prender la ducha? Guillo y su fernética dislexia:
Kacee,  Murdock. Vamos con los pibes del club a José C. Paz, la birra a 3 pesos, el boliche de las vías. ¿Te venís?
Cerrás la conversación. 23:20. ¿Le hablás? No da, no da después del último papelón. Pero la verdad es que no hay plan y cada segundo te hace sudar diamantes. Ves su foto, se dejó el pelo suelto y ya es inevitable.
–¡Xiara!, ¿Estás?
Si lo de Guillo te parecía una tortura lo de esta chica es canibalismo. Después de una eternidad de preguntarte si sos más triste que Gino Renni, el bichito verde hace su sonido.
–¡Estoy! ¿Cómo andás?

Miente, miente, miente, miente, miente, miente

Bien, ¿vos?
En la foto sólo se ve su cabeza de espaldas pero jurarías que está 5 kilos más flaca y haciendo clases de danza árabe. Fuego intestinal.
Bieeeeeeeen, tanto tiempo… ¿Qué hacías?

Miente, miente, miente, miente, miente, miente

Veo qué hago esta noche… No me puedo decidir. ¿Vos? ¿Hacés algo?
Según Platón una vez que la flecha deja el arco no hay manera que no llegue al blanco. Qué griego impotente. Claro, en su época histeriqueo se escribía sin h y significaba “gran bola de arroz frío”.
Estaba pensando en ver una peli, estoy cansada del laburo.
Y de danza, casi seguro.
–¿Una peli? ¡No da! Es viernes, tenés que salir… no puede ser que no tengas programa.
En ese momento tu cara resistiría un misíl.
Es que las chicas no salen y estoy con ganas de quedarme acurrucadita en la cama.

¿Hay necesidad?

–¿
Y qué vas a ver?
Otro viernes perdido.
Ayyy no sé… ¿Me recomendás alguna? Yo no tengo idea de estas cosas. Si sabés de alguna buena la podemos ver juntos…
Dios hoy se levantó bostero. Te pueden preguntar sobre Central, te pueden preguntar sobre choripasos, te pueden preguntar sobre “Decime cuál cuál cuál es tu nombre”, ¡hasta te pueden interrogar puntillosamente sobre la biografía de Sonic! ¿Pero de cine? ¡¿De cine?! No teneé morral, no tenés lentes con marco grueso, no tenés complejos, no tenés cine…
Pero no te preocupes: No pidas pan se enorgullece en presentar su sección Martes 13, a partir de hoy, todos los viernes de la semana. Una recomendación semanal que te va a permitir chapear sobre tus no-conocimientos de cine, que te va alejar de tu mono-orientada doctrina de películas de Jackie Chan y las maravillas que hace con un saco y algunas cañas de bambú. Una sección que va a rescatar tu fin de semana de los siniestros planes de Guillo y la acostumbrada visita a la 46°. En fin, una sección que como todo en No Pidas Pan te convertirá en un gurú de la absurda conquista de algún tipo de sentido (y de Xiara).
Para el primer episodio, les servimos blues, Daniel San y los 80. En esta película de Walter Hill se cuenta la vida de Eugene; un joven guitarrista estudiante de música clásica y amante del blues. Durante su trabajo como conserje en un geriátrico conoce a Willy Brown, un armonicista de delta-blues que acompañó al legendario Robert Johnson en sus últimas grabaciones y hasta dice haber escuchado un tema inédito suyo. Eugene trata convencer al anciano hombre de que se lo enseñe, pero él lo hará solo con la condición de que lo lleve a Missisipi, la "tierra del blues" según él mismo dice.
Sin mucho más, “Crossroads”.



jueves, 8 de septiembre de 2011

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cómo pasar un camello por el ojo de una aguja

Los instructivos  de José Manuel de la Gorra
Nacido en Galicia y fallecido en calzoncillos, José Manuel de la Gorra fue uno de los redactores de instructivos más prolíferos y osados del siglo XX.  Y aunque es en vano ahondar en detalles sobre su carrera, pues él mismo se encarga de hacerlo en las introducciones de cada uno de sus trabajos, vale recordar que su propio afán de embarcarse en la resolución práctica de tareas cada vez más intricadas lo llevó a la muerte. Cómo ahogarse en un vaso de agua fue su última obra. A continuación, la versión original de uno de sus más famosos instructivos: 

Cómo pasar un camello por el ojo de una aguja
Mi nombre es José Manuel de la Gorra, tal vez me conozcan de exitosos instructivos como Cómo meter un huevo duro en una botella de aceite, Cómo encontrar una aguja en un pajar, Cómo chuparse el codo (de la trilogía Cómo chuparse las extremidades), Cómo abrir una botella de vino con un zapato, Cómo obtener peras de un olmo, Cómo obtener color celeste sin costo alguno, Cómo dormir con niños y amanecer seco, Cómo hacer la segunda cosa sin hacer la primera, Cómo escupir para arriba sin salir perjudicado, Cómo defender lo indefendible, Cómo cruzar un burro y una hormiga I (La paciencia) y Cómo cruzar un burro y una hormiga II (La saliva) y Cómo ganar el solitario Spider. En esta ocasión os enseñaré cómo pasar un camello por el ojo de una aguja, entendiendo por camello cualquier animal que tenga dos jorobas y mastique con gracia, y por ojo de una aguja cualquier orificio de una aguja que, no sirviendo para mirar, bien sirva para pasar un camello.
Grandes, chicos, hombres, mujeres, blancos, negros, cristianos, judíos, todos, alguna vez, por necesidad o sólo por diversión, hemos intentado pasar un camello por el ojo de una aguja, en la mayoría de los casos, sin haber conseguido más que un profundo sentimiento de frustración y de falta de realización personal. Y es que el problema del camello y la aguja no es tan sencillo como aparenta. ¿A cuántos de vosotros se os ha pinchado la burbuja del optimismo por la turbulencia del impacto del camello contra la aguja? A muchos ¿verdad? Pero a ninguno antes del impacto, y esto es porque, a primera vista, realmente parece muy sencillo.

Ahora bien, ¡a no desanimarse! Siguiendo los consejos que a continuación os brindo,  encamellar una aguja os resultará más fácil que preparar una solución homogénea de aceite y adoquines.

Materiales necesarios:
                        
                                          . Camellos: 1
                                          . Agujas: 1
                                          . Vaselina: a gusto.

Primer paso: para facilitar el pasaje del animal por el ojo de la aguja, es conveniente que procuréis conseguir una aguja más bien grande y un camello más bien pequeño. Si bien es cierto que cualquier encamellador con experiencia puede pasar cualquier camello por el ojo de cualquier aguja, para un novato el asunto se vuelve harto más simple si se trata de una aguja especial para pasar camellos. Si no tienes dinero suficiente para comprar una aguja para pasar camellos (suelen ser muy costosas), ¡no os preocupéis! Compra una para pasar caballos que es considerablemente más económica y también funciona.

Segundo paso: toma al camello por los extremos y dóblalo por la mitad, luego en cuartos, luego en octavos y, sucesivamente, en cuántas partes sea necesario para que su grosor máximo coincida con el diámetro del ojo de la aguja.

Tercer paso: unta vaselina sobre el camello ya doblado ¡y listo! Nuestro camello ya está listo para ser pasado por el ojo de una aguja especial para pasar camellos.

¿No era tan difícil verdad? Y no olvidéis que nuestro método evita la solución simplista y antiecologista de licuar al camello y pasarlo en estado líquido.

Hasta aquí la resolución del bíblico problema del camello y el ojo de la aguja. Espero que os haya resultado útil.

En la próxima entrega: Cómo fotocopiar un contrabajo.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Trifulcio Perales: Un héroe autóctono

Caudillos como Trifulcio Perales no hubo muchos. En efecto, ningún otro fue tan poco respetado como él. Durante la guerra de independencia, e incluso en los combates intestinos (tanto en los más gruesos como en los delgados) Perales recorrió el país dando una mano en cuanta batalla hiciera falta. En general daba la derecha, que era con la que pegaba más fuerte.

Durante años se lo pudo ver de aquí para allá, cabalgando en soledad las llanuras de la pampa con la luna como único testigo y llevando en la diestra una escopeta y en la siniestra una damajuana.
Esta dama, Juana, era a la que más le constaba cuán siniestra podía llegar a ser la zurda del caudillo. Se decía de ella que era la única capaz de resistir un embate de Trifulcio e incluso someterlo a su voluntad y vivir para contarlo. Se habían conocido años atrás en un baile en la pulpería “El aguilucho flaco”: cuenta la leyenda que él sucumbió a sus encantos ni bien la vio. En realidad había sucumbido a los encantos de la bebida, y cuando la vio bien, ya era demasiado tarde.

Alguna vez, alguien lo acusó de poco hombre por estar sometido a la voluntad de una mujer. Perales simplemente respondió: “Sus deseos son órdenes para mi”. Y luego agregó en voz baja: “Si no los cumplo, me pega”. Juana no era una mujer fácil de manejar, pero Trifulcio solía decir: “Soy incapaz de levantarle la mano a mi chinita”. Literalmente nunca había podido levantarle la mano, ya que cada brazo de ella pesaba más de 50 kilos. Era más bien robusta, y aunque nunca se determinó su peso exacto, por los pueblitos de la zona circulaban varias leyendas. Los historiadores creen que llegó a pesar 170 kilos… No era una mujer fácil de manejar. La ventaja era que cuando el combate se ponía difícil, ella ponía al enemigo en su lugar.

En silencio cabalgaba este criollo, recorriendo de norte a sur los pagos de su gente, montado en su infatigable alazán. Alazán cuyo nombre no se supo nunca a pesar de que se lo preguntaron en varias ocasiones (era más bien callado, el caballo), y que sufría en silencio los abruptos cambios de rumbo y las interminables carreras para que el gaucho llegara a tiempo a la batalla.

Y cuando llegaba, siempre marcaba un punto de inflexión. Todavía se recuerda en el norte argentino la historia de la famosa batalla en “El fandango cimarrón” en la que apenas se recortó la silueta de Perales en el horizonte, se escuchó un atronador grito de festejo que espantó a la caballada. Eran gritos del festejo enemigo. Y es que hay que decir que Trifulcio tenía muy buenas intenciones, pero una pésima puntería. Miles y miles de combates lo tuvieron como protagonista, y ninguno como vencedor. Fue por eso que sus copartidarios quisieron cortar por lo sano: se ofreció una fuerte suma de dinero a quien lograra matarlo.

La tarea no era fácil. No sólo por el carácter nómade de Perales, sino también porque los mismos enemigos que enfrentaba en combate se ocupaban de su protección. Varias veces logró escapar de pelotones de fusilamiento. En “La jedentina del indio”, por ejemplo, tuvo que recurrir a un complejo truco mental para lograr burlar a la muerte: ya preparado el pelotón y vendados los ojos de la víctima, se dirigió al Capitán Muslera:
–Prométame que me cumplirá un último deseo, Capitán.
–Se lo prometo –le dijo Muslera. –Al fin y al cabo, hemos peleado juntos durante muchos años. ¿Cuál es su voluntad?
–Deseo que se me deje en libertad.

Muslera era un criollo de ley, y cumplió su palabra y la voluntad del preso. Sin embargo, la experiencia cercana a la muerte le sirvió de lección a Perales, que decidió abandonar la vida de Caudillo, a pesar de las suplicas de muchos soldados (enemigos).

Pasó sus últimos años retirado con su china en una granja, y hay quien dice que durante mucho tiempo se lo siguió viendo de noche, escopeta en mano, recorriendo la soledad de los montes como en los viejos tiempos. Un poco por nostalgia, es cierto, pero además porque la china roncaba mucho.