jueves, 2 de junio de 2011

La historia se repite

La chica que le gustaba a Javi Conjota organizaba una reunión con amigos para celebrar los cinco años desde que había probado el matambre a la pizza.

Sería un festejo exclusivo, cerrado al público pero abierto a la bebida. Una oportunidad ideal para Javi de crear un vínculo con ella, hasta el momento irrealizado por factores estrechamente relacionados con el pudor.

Gastó sus últimos ahorros en prendas que funcionaran como evasoras de la inseguridad. Por eso la remera de Yón Zénon (líder espiritual tercermundista), la camiseta suelta, el pantalón gastado y las zapatillas de colores. Un poco de fragancia socialmente aceptada y estaría listo para concretar su misión.

No supo qué decirle apenas la vio. Felices cinco años, quizás. O qué linda que estás. Pasó tanto tiempo pensándolo que ya era tarde para aprovechar esa instancia y aventajar a la competencia, que no era menor.

Inútil entrar en formalismos discursivos para encajar en el entorno. A Javi Conjota le alcanzaba con enunciar los postulados esenciales en toda reunión de jóvenes en situación de libido: “Nidá”, “Talcuál”,” “Redivertido”, etc.

Sin embargo, en algo debía destacarse. Eligió alardear con su conocimiento del tango, acotado pero suficiente, y le recitó una popular estrofa a una chica que le presentaron: “Malena canta el tango como ninguna, y en cada verso pone su corazón. A yuyo del suburbio su voz perfuma, Malena tiene pena de bandoneón”. No suscitó comentarios. Era la selva, y Javi sabía que debía atacar, pero también defenderse.

Cuando al fin la conversación general viró hacia el tema celulares, recurrió a su bagaje discursivo previamente elaborado. A pesar de no estar a la altura tecnológica de los presentes, defendió el postulado antitelefónico consciente de su hipocresía. Le creyeron.

Analizaba a sus rivales, que también acudían a sus facultades para la conquista, unos priorizando la ubicación geográfica respecto de la pretendida, otros apelando al sobrestimado uso de la indiferencia.

A medianoche hizo su primera evaluación, y concluyó en que no estaba perdiendo, pero tampoco cerca de la victoria. Su chica parecía estar más ocupada en la provisión adecuada de bebidas disuasivas que en prestarse al vil juego de la seducción.

El panorama era gris para Conjota, harto de regresar a su casa pletórico de incertidumbre. Por eso aprovechó el momento en que las luces bajaron, la música subió y la ceniza cayó al piso para acercarse a ella con serias intenciones de dialogar.

El objeto a cortejar prestó su oído, intrigada por los motivos del pretendiente. Los planetas estaban alineados, pensó. Opción que posteriormente desecharía tras haber expelido un llamativo ruido con su boca, dirigido accidentalmente hacia su chica y proveniente de un estómago atiborrado con mucho de malta cebada, otro tanto de ajo, y nada de aquella ilusión que lo alimentara durante tanto tiempo.

Sus contrincantes celebraron la sorpresiva derrota de Javi Conjota, que se retiró cabizbajo de la disputa, sin esgrimir argumentos y conforme con, al menos, haber desafiado a sus propias condiciones.

7 comentarios:

Marto dijo...

Esta nota es un invaluable aporte del genial Matías Ayerza a nuestra humilde causa.

Gracias Cabe, un caluroso para vos.

Don Eruto dijo...

Ja!

Anita dijo...

Cualquier similitud con la realidad... es pura coincidencia, faltó acotar! Clap, clap!

Inés dijo...

Xavi Conequis se la ganaba

Davor Suker dijo...

Muy original el apellido de Javi; desafortunado él, que le salio el Gordo Liverosky de adentro. Muy bueno muchachos; gracias por hacernos reir quien quieras que seas Cabe.

Anónimo dijo...

Cabeza! Como siempre presente en todas! Increible viejo! Que GRAN pibe!

Anónimo dijo...

ME hace reir. FEliz nota chicos!