NPP en el recuerdo: De la adicción al paco y otras fragancias afines

En No pidas pan sabemos que cuando de drogas duras se trata los cumpleaños de los infantes son tierra fecunda en materia de negocios oscuros. Por lo cual, con el dato de que los pequeños dealers usualmente se alojan en la "casita del árbol", toman posesión del "juego de té" y "abusan de las comillas", nos embarcamos en la difícil tarea de entrometernos en algunas fiestas de cumpleaños sin golpear al estúpido animador y con el impostergable objetivo de averiguar cuál es la droga de mayor circulación entre los niños y quiénes son los crueles titereteros del mundo de los narcóticos.

En uno de nuestos primeros trabajos de investigación nos vestimos de tías abuelas y llegamos al convite con entrenados hábitos sexagenarios. Superados los trabajos de resucitación del tío Francisco, que sufrió un paro cardiorespiratorio al creer ver a sus intolerables hermanas de nuevo en este mundo, logramos pasar al sector niños tomando por el cuello al más silencioso (léase "al más sospechoso") de ellos. Le pedimos que nos informase todo lo que sabía acerca de la venta de drogas. No nos respondió. Lo amenazamos de muerte. No emitió sonido. Lo picaneamos. Tampoco. Por último, le hicimos consumir caramelos Media hora. No dijo nada. Cuando el cuchillo de plástico había cortado ya la mitad de su dedo meñique, un grito de otro infante dirigido a nuestra víctima nos permitió comprender su inquebrantable fortaleza: "Dale, Mudo, te toca atajar a vos...".

"Te salvó la campana pibe" le dijimos y lo dejamos ir, un tanto disminuído en su integridad física.

Cuando ya habíamos asumido nuestro fracaso en el primer intento y nos contentabamos jugando a la novedosa "mancha WI-FI", un violento golpe de suerte contra uno de los niños nos reveló una valiosa pista. Fue durante el ciego entusiasmo de la mancha que uno de nuestros colaboradores chocó contra un niño y falleció en el instante. El niño salió ileso, pero no limpio. De sus agolpados bolsillos comenzaron a caer cajas y cajas del perfume infantil "PACO". Sí, perfume "Paco", esa concentrada fragancia infantil envasada en frascos de plástico metidos en una simpática caja con una figura humana también infantil, no menos estúpida que el animador.

Al grito de "si caigo yo caemos todos" el niño intentó escaparse, pero un certero ladrillazo a la altura del omóplato lo dejó tendido en el césped, inmóvil. Capturamos al niño y le inyectamos una cantidad considerable de "Suero de la Verdad", también conocido como "Suero liberador de data", o en su nombre comercial como "Bardahl limpia inyectores".

El pequeño traficante nos informó que la colonia Paco era la droga social más consumida entre los

niños menores de 10 años que no disfrutaban del balón-pie y que en cambio optaban por juegos en los que su protagonismo ante las niñas era esencial. También, fiel a la frase que había pronunciado en el momento de su captura, deschavó sin piedad a sus colegas. Su revelación más importante consistió en informarnos que el pequeño Guillermito Coppola Junior, manejaba las drogas deportivas y su principal producto era la colonia "Pibes", cuya caja con motivos futboleros prometía, a quienes la ingeriesen, un desempeño al mejor estilo Oliver Atom.

Nuestras investigaciones posteriores fueron en la misma dirección y no arrojaron grandes resultados. Un encriptólogo nos aseguró que detrás de los inocentes nombres de las fragancias se escondían algunos mensajes subliminales. Nos dio dos convincentes ejemplos:

. con las mismas letras que se escribe la palabra PACO, se pueden escribir las siguientes palabras: CAPO, COPA, POCA, GUITA, FACHA, MINITAS.

. con las letras que forman la palabra PIBES, se pueden escribir las siguientes palabras: BEPIS, BIS, PI, BESIS, SEBI, CESPED, CRACK, CENTRO, ÁREA, GOL.

Frascos que en nuestros tiempos se tiraban a la basura sin siquiera haber olido el aroma de su contenido, hoy son ingeridos por gran parte de la actual niñez perdida para conseguir mejores resultados sociales y deportivos. Sin dudas había un mundo oculto detrás de las fragancias Paco y Pibes que No pidas pan ha ayudado a sacar a la luz.